SIDA

SIDA es el acrónimo de Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, una enfermedad causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). Este virus ataca y debilita el sistema inmunológico de una persona, haciendo que sea más susceptible a infecciones y enfermedades. El término «síndrome» se refiere a un conjunto de síntomas y signos que se presentan en un individuo, y «adquirida» indica que la condición no es hereditaria, sino que se adquiere a través de la transmisión del VIH.

El SIDA es la etapa más avanzada de la infección por VIH, aunque no todas las personas con VIH desarrollan SIDA. La evolución de la enfermedad puede variar dependiendo de muchos factores, como la salud general del individuo y el acceso a tratamientos antirretrovirales. Sin tratamiento, el VIH puede progresar a SIDA generalmente dentro de una década. El diagnóstico de SIDA se establece cuando el sistema inmunológico del paciente se encuentra gravemente debilitado, lo que se manifiesta a través de una serie de infecciones oportunistas o tumores. La prevención, la detección temprana y el tratamiento son clave en la lucha contra el SIDA.